1-Salir de noche minutos antes de que todo
cierre. Comprar empanadas. Sentarse en la vereda y mirar la calle. Sonreírse
como si estuviera ahí.
2- Escribir una carta a una persona vista sólo
una vez. Confesarle una pasión inexistente por la navegación a vela. Enviársela a
un amigo.
3- Desnudarse. Sacarse fotos. Quedarse dormido.
5- Encerrarse en el baño y cantar: La espuma es
una red que me permite flotar.
6- Dejarse crecer las palabras. Depilarlas con dolor.
7- Cumplir años. Festejarlo. No invitar a
nadie. Volverlos a cumplir.
8-Escribir un libro en una noche. A la noche
siguiente cantarle una canción de cuna. Descansar al tercer día.
9- Tomar café. Espiar la bondad ajena.
10- Planificar vivir hasta los 10 años. Resucitar
al día siguiente. Cerrar los ojos y respirar a escondidas.
me encanto!!!
ResponderEliminarsi dejar de escribir es seguir escribiendo así, tan cotidiana y linda, algo pícara, simpática y sincera, voto por ello, pero nunca porque verdaderamente reniegues de tus palabras o nos las alejes de los ojos u orejitas, quiero siempre escucharte o leerte por allí, me gusta tu voz mujer rojita y hermosa! besote colorinche y enorme! la camilita
ResponderEliminarescribir sobre el no escribir... por distraerse con detalles cotidianos, cálidos y sencillos, con sentires sobre cosas simples que dejan entrever la profundidad de los mismos... Hermoso!!
ResponderEliminarjazmin, te ha encantado me decís. Qué peligroso! Un beso
ResponderEliminarla camilita, no riniego. Ya te estaremos comunicando los nuevos rumbos de estos escritos y de los próximos (que ya se vienen asomando). Gracias por ésta compañía, la de estos años!
ResponderEliminarmirta, escribir sobre el no escribir... Escribir también porque hay algo que no es escribir y que sí importa. Muchas gracias por sumarte a la lectura!
ResponderEliminarMe hiciste reir mucho! Capaz que ahora me pongo a escribir una carta a una persona que vi una vez en la vida sobre un viaje que nunca existió. GRACIAS.
ResponderEliminarHola Flor! Me alegra un montòn que te hayas reìdo. Es gracioso.
ResponderEliminarY como que se vuelve a escribir con cada resurrección...
ResponderEliminarSí Darío, se vuelve a escribir. Muchas veces sin soporte.
ResponderEliminarel soporte es la escritura, la letra, como diría Lacan tempranamente: El soporte material del significante, después en su enseñanza última será la escritura lo que anuda los registros que habitamos y nos habitan. Tuve el gran gusto de conocerla, considero que su escritura debe circular a lo largo y a lo ancho. Sabe de caminos de lo real natural y biológico, por eso es que acompañar y cuidar del otro, a quien registra: tarea epocal ardua, salvo que duela. Hizo que me apasione el género y leerlo, el caleidoscopio es ella, de la nutrición de tanto saber que nunca galantea. LA poetisa de Córdoba y quizás más allá-sin duda-. Conoce en significantes precisos el cuerpo y sus objetos, (es tanto, tan empinado poner palabras a lo que se desconoce, al agujero de lo nunca dicho). No hay escotomas en sus ojos cuando mira la naturaleza que tanto ama. Ni a los sujetos que aprecia. Sabe sobre todo, sobre todo lo antedicho, diría con certeza: sophia sobre el amor, el amor y entonces el orden, la comida, el frío y el calor, los gatos y perros, contagiar música, jugar al pool, sabe y disfruta pájaros, el cine, corta leña a la perfección. Sí, es calor, sabe nombrarse. Busca madera, prende el fuego de la tarde y calefacciona el ser en el mundo en este momento, arrojado a lo Heidegger a un lugar, donde la palabra hace temblar porque sí es precisa hace marca, fija. A veces, al inframundo. Pero llegará Eros y despertará seguramente a Psyche, la más hermosa pero que se lanza a romper lo que Rocío tanto respeta, ese límite, el orden.
EliminarDigo nunca, como hartante con imperativo, escritora, siempre escrbí. De eso a une no se le priva.
y culmino: se siente bien el olvido. GRACIAS RORÓ
EliminarRocío, de tus instrucciones sólo deseo desnudarme de nuevo y comenzar a escribir pensando en ella, quien me dejó innúmeras fragancias en mi cuerpo.
ResponderEliminarUn abrazo desde la distancia azul.
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ResponderEliminarYo creo que no hay manera de dejar de escribir, que es inevitable...
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