Me dijo que la estrategia era salir corriendo. Y claro, yo le creí.
Un día me preguntaron si no sentía culpa. De qué. De salir corriendo.
Así que ahora, para que veas, te lo voy a decir rápido:
ella quiere todo. No hay tiempo. Todo, todo. No, mañana no. Ahora, sí, mañana. Todo. Ella quiere todo. Ya. Más. Ya.
Ella sale de todos lados corriendo. Claro, cómo lo va a notar. Con este vértigo de cielo que de tan celeste ni deja que digamos qué estupendo.
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