La mitad de mi está segura flotando, la otra
toca un suelo que se piensa a pedazos. Puedo estirarme y ofrecerte mi mejor
manzana, un pensamiento con sabor a lo nuevo.
Me lo estaba guardando. Puedo olfatear y saber que esto que te digo me está
esperando en esa hora en la que parece tan fácil no tener cuidado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario