viernes, 19 de agosto de 2011


No estoy llorando. Es que el fuego me nubla la vista. Y yo hice un pacto: no mirarnos de frente, sólo sospecharnos.
Parece que estoy callada, pero no estoy llorando. Ayer hubo un derrumbe, un montón de dioses se desplomaron con un sólo grito.
Te repito, no es que esté llorando.
¿Pero te diste cuenta cómo caían risas, conjuros, ropa, vestuario?
Si me preguntan digo: es el aire, no me acostumbro a esta altura. Y si vos me preguntás, me callo. Pero insisto, estoy acá, no estoy llorando.

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