Ya no queda tiempo para pensar en la felicidad. Iba en un cole y pasó la muerte en patineta. Yo me hice la que me iba a la peluquería. Al fin y al cabo era cierto. El pelo rojo, más rojo todavía. Y seguro que ni siquiera así me va a ver. Más rojo. Ese es el truco de hoy.
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